Desde pequeña me ha gustado la musica y los libros, siempre me ha llamado la atencion. Me encantaba jugar a las barbies con mi vecino, era un niño regordito y mono que siempre estaba dispuesto a jugar conmigo y se reia de las bobadas que decia, me agradaba demaciado aunque peleabamos mucho, y en ocasiones yo lo trataba mal, pero luego me daba cuenta lo estupida que estaba siendo y me disculpaba, aveces lo invitaba a almorzar o le daba dulces. El me hacia reir demasiado y siempre se le veia alegre. fueron transcurriendo los años y yo creci, como era mayor que el, era logico que en un tiempo ya no me iban a seguir gustando los mismo juegos de antes, ahora pasaba un rato en las redes sociales en lugar de jugar con el, aunque el tambien habia entrado en el mundo de los videojuegos, y poco a poco comenzamos a vernos menos, peleabamos y el se iba para su casa, me sentia muy mal y nos volviamos a reconciliar. Aveces soliamos volver a recordar los viejos juegos y nos divertiamos un rato. Las cosas iban bien, cuando la mama de mi vecino-mejor amigo tubo un problema con mi madre por algo del arriendo. Ellos decidieron mudarsen y se llevaron con el a mi vecino, nos despedimos y nos dolio, pero con el tiempo logre sentirme mejor. Aveces hablo con el y me dice que me extraña, el tambien me hace falta, aunque no lo reconozca. 

A mi siempre me gustaron los peluches, como a la mayoria de niñas, mis papas me compraban mis peluches y yo tenia un enorme estante donde los tenia a todos, jugaba con ellos todo el tiempo, les hablaba y le hacia ropa. Tuve un peluche del cual probablemente no me olvide jamas. La llamaba rosita, era una elefanta rosada, yo siempre le estaba haciendo ropa y la sacaba a todas partes, era mi peluche estrella, jugaba con ella, le compraba accesorios y era feliz a toda hora con ella. un dia la lleve al colegio, pero no se donde la deje, y jamas la volvi a ver, me dolio mucho porque era mi peluche favorito, pero como todo, con el timepo lo supere.